Como un sueño atascado en lo más profundo de la
enfermedad, un remedio que aqueja a su paciente, mi corazón aclama por tu
sangre. -¿Me la das?
- Iré a entregar mis pensamientos inertes consumidos por gusanos
en una tumba solemne, en el que la soledad enaltece mi gloria, a la mujer de
mis pesadillas... y dueña de mi hueco y blasfemo corazón.
Yo quiero sentir en tus
brazos un refugio, en el que el mundo desaparecería para nombrar a una ilusión la
realidad absoluta…
- Las palabras solo son palabras y quedan como tal de una manera que el
hombre las inventó para desviarse de su "esencia"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
[Parole]